Un día como hoy, 31 de julio, pero de 1916, se daba inicio a una de las mayores huelgas de México. Elementos de la Casa del Obrero Mundial, una vez traicionados por Carranza y está vez sí con miras anarcosindicalistas, retornan a la lucha lanzando una huelga general que es secundada por varios sectores obreros en el Distrito Federal.
Como respuesta a la huelga Carranza decreta la pena de muerte para quienes secunden la huelga y/o se organicen para apoyarla.
Pronto la huelga se extiende con la participación del sindicato de electricistas y hay apagones en grandes partes de la ciudad como medida de apoyo a la huelga.
Los empresarios comienzan a presionar al gobierno, y una se las fábricas que reclama castigo a los huelguistas fue «La Carolina», misma que años después será asaltada por Durruti y compañía en su paso por México.
La huelga fue sofocada y detenido el comité de huelga.
Carranza cimentaba su gobierno sobre la represión a las clases trabajadoras.
(texto original de Erick Benítez Martínez)