Los Anarquistas ecuatorianos en los años 1920 después del 15 de noviembre de 1922

Clarificaciones ideológicas e intentos de estructuración, frente a la represión del Estado y a la manipulación política por los socialistas y los comunistas

Indice :

– Los Anarquistas ecuatorianos en los años 1920 después del 15 de noviembre de 1922: clarificaciones ideológicas e intentos de estructuración, frente a la represión del Estado y la manipulación política de los socialistas y comunistas

Dos congresos continentales: nuestra posición (Luz y Acción, febrero de 1929)

Las maniobras de los comunistas en la Republica del Ecuador – reseño de un pintoresco congreso (La Continental Obrera, número 1, julio de 1929)

La ACAT: Una necesidad perentoria del movimiento obrero anarquista americano (Manuel VILLAR, La Continental Obrera, octubre de 1929)

El movimiento social del Ecuador: la actividad de los libertarios – Su firme actuación frente al congreso organizado por el C.O. de Guayas Grupo “Luz y Acción”; Su periódico; Otras informaciones (La Continental Obrera, febrero de 1930)

Ecuador: Actividades libertarias y destierro de camaradas (La Continental Obrera, Julio 1930)

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(primero publicacion : 21-12-2019)

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Los Anarquistas ecuatorianos en los años 1920 después del 15 de noviembre de 1922: clarificaciones ideológicas e intentos de estructuración, frente a la represión del Estado y la manipulación política por los socialistas y los comunistas
(extraído del libro de Alexei Paez, “El Anarquismo en el Ecuador”)

Los hechos del 15 de Noviembre, como ya lo habíamos anotado, provocan una serie de respuestas en los más variados sectores de la sociedad ecuatoriana de este tiempo: el Partido Liberal, la Revolución Juliana, la Fundación del Partido Socialista Ecuatoriano e incluso respuestas ideológicas originadas en la lglesia Católica, por boca de Carlos María de la Torre, por entonces Obispo de Riobamba:

Se me estremece de terror y espanto el corazón cristiano al escuchar los gritos que lanzan los socialistas: viven de odio, se sustentan de odio, respiran odio. Y estos destemplados gritos brotados de pechos repletos de odio se han dejado escuchar en nuestro suelo … Protestamos que en estos rugidos de fiera no percibimos la voz del obrero ecuatoriano, tan morigerado en sus costumbres, tan profundamente arraigado en su fe, tan en verdad católico. Hay en estos furiosos clamores una nota tan bronca y destemplada que no vacilamos en afirmar, no ha brotado, no ha podido brotar de un pecho ecuatoriano: se ha escapado de extranjeros labios.
Pero el hombre es inclinado al mal, y nos es imposible que el noble y cristiano obrero del Ecuador escuchando estos destemplados gritos sienta que brotan en su pecho desconocidos ecos.» [1]

Y en efecto, ecos desconocidos brotaron dentro de la sociedad ecuatoriana, que llevaron en 1924 a la organización del grupo socialista «La Antorcha» en Quito, [2] y la posterior fundación del Partido Socialista en 1926.

Una vez pasada la primera etapa de la represión, la más brutal, algunos de los luchadores regresaron a Guayaquil, mientras otros habían desaparecido completamente, como el secretario de la GAT, Juan Huapaya, por quien el gobierno ofreció una recompensa de 1.000 sucres.

Se pretendió reactivar la FTRE durante 1923, pero el recuerdo de la matanza y la consiguiente dispersión que había causado, lo impidieron. Sin embargo, para el 15 de Noviembre de 1923 la FTRE publicó un libro en el que explicaba minuciosamente los orígenes y las condiciones en que se dio la masacre del año anterior. La edición fue confiscada e incinerada por orden de la policía, sin embargo, se lograron salvar cien ejemplares.[3]

Los siguientes dos años se sucedieron en medio de una pugna interna entre dos facciones del grupo anarquista.

Cabecera d’El Hambriento, 30 de Augusto de 1924

 La primera fue liderada por Narciso Véliz (quien había sido expulsado de la Sociedad de Cacahueros Tomás Briones y de la redacción de «El Cacahuero«, y compuesta por miembros de la misma redacción quienes salieron de la sociedad junto a Véliz, formándose así el grupo «Hambre» que empezó a editar «El Hambriento«, expresión periódica del anterior grupo, que estaba formado por Alberto Díaz, Juan Murillo, Jorge Briones, José Barcos, J. Villacís, Urcisino Meza, Segundo Llanos, Máximo Varela y Aurelio Ramírez,[4] además del ya mencionado Véliz.

La otra fracción del grupo originario anarquista estaba conformada por quienes caminaban con más seguridad a una concepción ideológica coherente dentro del ideario libertario: Alejo Capelo, Alejandro Atiencia, Eusebio Moriel, M. E. López Concha y la gente que trabajaba en la reconstituida Gremial del Astillero, relacionados con «Tribuna Obrera«, vocero de la AGA (Asociación Gremial del Astillero).

Cabecera de la Tribuna Obrera, 25 de marzo de 1923

Las razones aparentes de semejante pelea eran pocas: la actividad de Véliz como «extorsionado» dentro de la Sociedad de Cacahueros, sus actitudes de mando al interior de la misma sociedad, y más que nada, sus maniobras para alejar al grupo de Capelo de la antes mentada organización. Es así como Véliz fue expulsado de la Sociedad de Cacahueros acusado, entre otras cosas, de estafador.

Durante 1923 y 1924 los insultos cruzados entre los grupos son continuos. En «Tribuna Obrera» se lo acusa a Véliz de «Judaísta» [5] y Véliz contesta con un artículo llamado «Lectura» y «para el Secretario General del Sindicato de Obreros de Imprenta, Alejo Capelo»:

El abnegado propagandista anti-alcohólico, Máximo Gris en su folleto de «‘Enseñanza Anti-alcoholica tiene las siguientes palabras luminosas de regeneración humana, que nos permitimos recomendar al Secretario del Sindicato, Alejo Capelo, como también a muchos de sus compañeros que pudiesen aprovechar las …[6]
Nos vernos en el caso de dar la voz de alerta a los trabajadores de este puerto, a fin de que no se dejen sorprender por estos sindicalistas y anarquistas de nuevo cuño, con las excepciones del caso que se entronizan en todos los gremios para dárselas de dirigentes …[7]

José Alejo Capelo

Pero en realidad, el trasfondo de la discusión es otro: el hecho es que Capelo y su grupo se habían radicalizado hacia las posiciones anarquistas formadas, mientras Véliz permanecía en la incoherencia, característica de los grupos anarquistas de antes de 1922.En efecto, Tribuna Obrera ya demarca claramente el espacio que diferencia al anarquismo del socialismo marxista en sus artículos:

“ … llevamos el ideal de la Anarquía. Porque es la Anarquía el ideal que condensa la aspiración del proletariado hacia el advenimiento de una sola potestad por sobre las viejas normas de esta sociedad prostituida por el Capitalismo. Los anarquistas jamás habremos de admitir un orden político patas arriba. Nuestras tendencias no van encaminadas a cambiar de amo solamente. No queremos ser gobernados por obreros aburguesados y tránsfugas que, en suma, vienen a resultar más tiránicos y sanguinarios que los mismos políticos de escuela. Algo de esto sucede en la Rusia bolchevique; y en nosotros no hay, ni habrá nada que a ella se parezca. Llevamos distintos propósitos.[8]

Entre tanto, el grupo de Véliz, sigue no solamente confundiendo anarquismo y marxismo, sino que mantiene el gigantesco embrollo que es el pensamiento de su mentor, Narciso Véliz:

La obra de Lenin — en nuestro concepto – es una obra amoral, fatal y avasalladora (sic), porque no es una doctrina ideológica sino un caso incontrastable de Biología, el parto psicológico de una civilización alehistórica, la primera condición sine quanon de un Pacto Social Científico … Lenin ha muerto, pero el leninismo arde como un fuego sacro en el cerebro de los desheredados …
¡Lenin ha muerto pero vive el leninismo!
¡La obra de Lenin está socavando los cimientos del mundo viejo!
¡Gloria a Lenin!”
[9]

La diferencia de los dos grupos no fue, de todas maneras, imposible de subsanar. En agosto de 1924 las dos fracciones se reconcilian, gracias a un llamado a la unidad realizado por Capelo y su grupo. A pesar de esta reunión de unificación, los fuegos volvieron a romperse en 1930 de nuevo.

En 1925 los grupos anarcosindicalistas trataron de volver a revitalizar la FTRE y volvieron a participar durante el año anterior – 1924 – y el ya mencionado de I925, en la lucha diaria por las reivindicaciones populares, mediante la emisión de volantes y organizando al pueblo en torno a la AGA y a lo que quedó de la FTRE, especialmente.

En lo posterior, se volvieron a realizar esfuerzos por rearticular la FTRE, primero en 1925, cuando dirigió la huelga de los cacahueros contra las casas exportadoras, organizo la «Unión Tranviaria Urbana» y asumió la lucha del gremio de tabacaleros[10]. También encabezaron durante estos años la lucha contra los especuladores, especialmente de alimentos y carne, contra los cuales se entabló una campaña de agitación:

Porque no está lejano el día que necesitaremos, como en otros países, un poste bien alto y una soga bien fuerte, para allí, en el mismo Camal desde donde extiende su mano negra y criminal este monopolizador de ganado, hacer justicia proletaria con él y hacerle pagar bien caro su CONTROL y su ambición de oro.[11]

En todo caso, los primeros años después de la masacre pasan en medio de crecientes esfuerzos organizativos para reactivar las organizaciones populares duramente golpeadas por la represión, mientras, los grupos van afinando ideológicamente sus posiciones, que a la vuelta de poco tiempo les enfrentó con el Partido Socialista Ecuatoriano.

Fundado el PSE, el grupo inicial de anarcosindicalistas se escindió. Por una parte, aquellos que fueron a engrosar las filas de la naciente organización, como Luis Maldonado Estrada, quien llegó a ser varias veces Secretario General del Partido, Genaro Elías, quien en 1922 fue representante por la Sociedad de Elaboradores del Tabaco a la FTRE, y que en los años posteriores fue «miembro de la primera célula. socialista del país«[12] , Manuel Echeverría, también exrepresentante ante la FTRE por la sociedad de Peluqueros, y que luego formó parte del Partido Comunista, cuando el PSE se escindió[13], y otros varios como Aurelio Romo, quien «agitó en las calles y plazas de Quito cuando el paro General de los trabajadores«[14], Jorge Briones[15] y muchos simpatizantes e incluso militantes que pasaron al PSE sin ningún problema de conciencia, a pesar de su supuesta filiación «anarquista» de poquísimo tiempo antes.

Desde 1926 hasta 1928, se extiende un período de retracción en los grupos anarcosindicalistas, particularmente por la salida de sus militantes hacia el PSE, las peleas intestinas y la represión continúa ejercida contra ellos por parte de las autoridades, que incluyó deportaciones de elementos extranjeros.[16]

A pesar de ello, en 1928 se conforma la “Federación de Grupos Anarquistas Miguel Bakunin«, siguiendo la tradición libertaria de la libre federación de los núcleos, encaminada a respetar la decisión de cada uno de ellos, absolutamente distinta a la tradición leninista de la organización vertical partidaria, que fue por la que optaron el PSE y el PCE.[17]

Esta Federación tuvo su expresión más cabal en el accionar del grupo “Luz y Acción«, compuesto por Carlos Capelo, hermano de Alejo, N. Donoso, N. Peralta, J. Aguilar, M. E. López Concha, N, M. Villavicencio, N. Villacís, J. Mejía, N. Suárez, T. Lascano, N. Tomalá, J. Izurieta, Alejandro Atiencia y Alejo Capelo.[18]

Cabecera de Luz y Acción, marzo de 1930

A principios de 1929 los elementos del grupo Luz y Acción llevaron a cabo una feroz oposición a la reunión del «Congreso Obrero-Campesino del Guayas», encaminado al nombramiento de delegados para el Congreso Panamericano de Trabajadores, que se llevó a cabo en Montevideo a mediados del mismo año de 1929,y auspiciado por la Internacional Sindical Roja.

El grupo comunista al interior del PS era quien auspiciaba este acto, al cual los anarquistas no se opusieron por un simple sectarismo, sino para proteger sus organizaciones, puesto que, como ya habíamos visto, en diciembre de 1922 y enero de 1923 los anarcosindicalistas se reunieron en Berlín para formar la AIT (Asociación Internacional de los Trabajadores) , la Internacional Anarquista de Trabajadores, llamada a ser, según los anarquistas, la sucesora histórica de la Primera Internacional (en inglés es conocida como IWA – Internacional Workers Association).

En su informe al Segundo Congreso de la AIT, en 1925, el Secretariado de la Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT) menciona ser en contacto con las organizaciones anarcosindicalistas de Ecuador y hace un llamado para fortalecer los lazos.

Esta Internacional de Trabajadores tenía como dependencias regionales algunas Centrales Sindicales Americanas, como la FORA,[19], las cuales, fusionadas, originaron la base estructural en torno a la cual los anarcosindicalistas quisieron aglutinar a la clase obrera americana, y a la cual los anarquistas ecuatorianos querían pertenecer.

Es por esto que el Congreso Panamericano, denominado como divisionista por los ácratas, y además tachado de ser fomentado desde Moscú, desconociendo la raigambre anarquista del movimiento sindical americano, y que trato de establecer una entrada americana a la Internacional Sindical Roja, tuvo serios inconvenientes, no solo en Ecuador, sino en muchas partes de América, con mayor exaltación aún.[20]

El Congreso Provincial Obrero Campesino se cumplió durante la última quincena del mes de abril de l929, bajo la dirección de José Ricardo Paredes, el más conspicuo representante de la posición comunista dentro del primitivo PS. La reseña de la oposición anarquista al mencionado Congreso se encuentra en los periódicos de la época, como «Confederación Obrera«, prosocialistas, «Luz y Acción«, anarquista y «La Continental Obrera«, órgano periodístico del anarcosindicalismo americano, en donde se encuentran algunos informes acerca de las diminutas organizaciones anarquistas ecuatorianas. El cuestionamiento sobre la validez del Congreso Provincial Obrero Campesino llegó incluso a darse en las páginas de «El Día«, periódico quiteño liberal, en las reseñas que del congreso envía su cronista desde Guayaquil.[21]

¿Qué podrá resultar de esa farsa comedia seudo obrerista que le llaman Congreso Provincial Obrero Campesino? … Nada: más bien la nueva argolla dorada al rojo, donde el proletariado seguirá siendo el mismo asalariado esclavizado a los dictados de los nuevos amos de chaqueta rojiza.[22]

Organizaciones obreras ficticias, sellos y títulos sin existencia real: obreros sombrereros, plomeros, toneleros, tipógrafos, lecheros. Figuran con representación en el referido congreso, sorprendiendo a todos tanta desvergüenza y audacia.[23]

El congreso fue un fracaso. En la primera sesión se retiran mayoritariamente las delegaciones con ciertas vinculaciones con los libertarios o simplemente ajenas al PS: Luz y Progreso, Unión Obrera de Denlo (sic), Sombrereros, Lecheros, Unión Obrera de Balzar, Conductores de Autos, Carpinteros, Conserjes de Bancos.

Las borrascosas sesiones se suceden día a día. El día martes 16 existen problemas con las barras – anarquistas en su mayoría -, produciéndose algunos heridos de parte y parte.[24] Por fin son silenciados los ácratas desde la mesa directiva. El Congreso llega a nominar tres delegados a Montevideo, luego de doce días en los que no se logra nada más.[25]

Para 1929 laboran en Guayaquil cinco grupos anarquistas de afinidad, reunidos en torno a la Federación de Grupos Anarquistas Miguel Bakunin: Redención, Tierra y Libertad, Solidaridad, Hambre, Luz y Acción, a pesar de lo cual ellos mismos no consideran efectiva la existencia de un movimiento anarquista en el Ecuador.[26] Sin embargo los ácratas mantuvieron una Asociación de Obreros Libertarios y un grupo de Teatro: el «Ricardo Flores Magón», con el cual montaron algunas obras.

Fara 1929 y 1930 la Revolución Juliana había logrado su estabilidad institucional. Gobernaba el país Isidro Ayora, que dio un paso muy importante en la organización y modernización del Estado Ecuatoriano. Este gobierno, ensalzado por la historiografía oficial, desató las formas más brutales de represión al movimiento de izquierda, obrero y popular, desde la masacre del 15 de Noviembre: confino a Galápagos, cierre de periódicos, detenciones inconstitucionales, arbitrarias, e incluso hala en las calles, fueron los expedientes de Ayora y su régimen destinados a hacer disminuir la creciente influencia socialista, especialmente en la Costa…

En esta época encontramos una indiscriminada persecución elementos socialistas, comunistas y anarquistas, todos ellos rotulados por la represión como «bolcheviques». En una de estas campañas represivas fue tomado preso el Dr. Néstor Donoso, chileno vinculado al grupo Luz y Acción, quien fue expatriado luego de dos meses de prisión y de haber realizado una huelga de hambre para protestar por las brutalidades de que era objeto por parte del Coronel Santos, Intendente de Policía de Guayaquil.[27] La prensa comenzó una violenta campaña para lograr la expulsión de los «extranjeros indeseables”, como Donoso, a quien se le calificaba de “socialista”, puesto que cayó preso cuando tomó la palabra en un acto de protesta por la prisión de Luis Maldonado Estrada, socialista para 1930, en el cual cayeron presos también Capelo y Atiencia.

La expulsión de Donoso fue importante, porque marca un hito: el inicio de la desarticulación de los grupos anarquistas de la Federación Bakunin, debido a la violenta represión de que fueron objeto, y, además, porque de nuevo las luchas intestinas se enseñorean dentro de las incipientes organizaciones libertarias.

En efecto, el crecimiento considerable del socialismo llegó a las aulas universitarias. Los alumnos involucrados con la llamada «Fracción universitaria de Izquierda«, en número de diecisiete, fueron expulsados de la Universidad, razón por la cual el grupo Luz y Acción apoyó a la conformación del llamado «Bloque Obrero Estudiantil Revolucionario”.

 “ Empezó inmediatamente una campaña contra la Universidad y para sostenerla se formó un Bloque Obrero Es_ tudiantil Revolucionario. Nosotros fieles a nuestros principios libertarios, fuimos a esas sesiones y asambleas a levantar nuestra voz de protesta, dejando claramente establecido que nosotros simpatizábamos con el movimiento estudiantil, porque era un movimiento de protesta contra la caduca Universidad y porque nuestros principios nos impelían a defender la libertad, en todas sus formas, pues el hombre en cualquier lugar que se encuentre, sea este un taller, una fábrica, un laboratorio o una Universidad tiene facultad para opinar en la forma que estime conveniente, sin que esta daño cualquiera.»[28]

Esta actitud por parte del grupo Luz y Acción fue objeto de una violenta reacción por parte de Narciso Véliz, quien conformó un grupo Anti-intelectualista para oponerse a la acción solidaria del grupo antes mencionado.

El Anti-intelectualismo – Anteintelectualismo según Véliz – es un movimiento con ciertas relaciones con el pensamiento anarquista. Sin embargo, sus connotaciones no tienen mucho que ver con la idea que Véliz se había formado del «anteintelectualismo”:

La Inteligencia Humana, o, mejor dicho, la inteligencia de todos los seres, es la fuente principal del egoísmo. El hombre que por primera vez dijo a otro hombre «Yo se la verdad, aprendedla»; «ese es el sendero, seguidlo»; «Tú eres ignorante, yo soy sabio» fue el verdadero fundador del principio de Autoridad y, por consiguiente, de la esclavitud mental y corporal entre los Hombres[29]

En tanto que el Anti-intelectualismo – originario como movimiento organizado de la Rusia revolucionaria en 1905 – propiamente dicho, establece la continuación de un pensamiento ya conocido dentro del movimiento obrero y revolucionario del siglo pasado: la liberación de los Trabajadores será obra de los trabajadores mismos.

El anti-intelectualismo anarquista – no el de Véliz- plantea la negativa a que las élites conduzcan un proceso revolucionario, reconociendo en esas élites a los elementos más peligrosos contra la revolución, pues si bien tienen «una supuesta conciencia superior a la del obrero, su propia concepción de la realidad, hija de los devaneos intelectuales y no del sufrimiento diario en la fábrica, los llevará a optar por los métodos dictatoriales, propios de quienes no sienten ni jamás han sufrido la dictadura del capital en su propia carne, de los cuales, por supuesto, ellos serán los conductores«.[30]

Es decir, los dos conceptos son totalmente distintos. Véliz plantea una lucha total contra la ciencia, los científicos, la inteligencia, los intelectuales para acceder al «amoralismo social» y al «regreso a la naturaleza«; en sus propias palabras:

Comprendámonos tal como somos, animales perversos y estúpidos; y así, con nuestras pasiones y trabajo volvámonos a la Naturaleza: ¡Encaminémonos en ella hacia la vida natural, hacia la felicidad animal, o sea en pos de la Libertad integral e individual el Hombre![31]

Pues la Inteligencia Humana es la Gran Causa de los dolores humanos, el verdadero origen de las injusticias sociales, la fuerza motriz que impulsa las civilizaciones esclavistas: la Autoridad, la Moral, el Estado, el Orden, el Militarismo, la Propiedad, la Religión, el Poblacionismo sólo son los efectos de esta Gran Causa[32]

La diferencia entre los dos conceptos es clara: el anti-intelectualismo libertario es una posición contra la presencia de élites que se creen predestinadas para el ejercicio de la dictadura, dirigiendo paternalmente a las masas. El concepto de Véliz es otro: achaca a la Inteligencia Humana en general las causas de toda la miserable situación en las «civilizaciones esclavistas«, propugna la abolición de las ciencias, la destrucción de la cultura, en suma, un cataclismo en el que el hombre retorne a la animalidad, estado puro y sublime: “La regresión del hombre hasta su virtualidad primitiva, no significa degeneración alguna, sino regeneración, vigor, felicidad, libertad, vida natural”.[33]

Frente a semejante argumentación – propia de Véliz – los grupos libertarios tomaron medidas. Incluso el articulo de Véliz mereció respuesta desde las columnas de “La Protesta”, periódico anarquista argentino:

Ha llegado a nuestras manos un titulado “Manifestó proletario revolucionario anti-intelectualista”, editado por varias entidades proletarias de Guayaquil, ecuador. Un manifestó que es un escupitajo a los mas caros ideales de los trabajadores … Causa tristeza que, en nombre de las ideas proletarias, sea quien sea que las enarbola, se digan semejantes aberraciones.[34]

La pelea ideológica de nuevo regresa al orden del día en el interior de los grupos guayaquileños libertarios. Apenas aparecido el artículo de Véliz, Luz y Acción respondió en los siguientes términos:

Como pertenecientes a un grupo libertario declaramos nuestro ideal no puede estar en ningún momento contra ciencia; atacamos el hecho de la monopolización de los conocimientos por el Estado o una clase … en la sociedad igualitaria que preconizarnos, ella será la que servirá para hacer el trabajo agradable …[35]

Esta sería la última pelea dentro de los grupos anarquistas: Véliz derrotado en toda línea por sus adversarios, tuvo que abandonar sus utópicos y aberrantes proyectos, a los cuales denominó “anarquistas” y “libertarios», demostrando de nuevo el uso indiscriminado del término en mención, al igual que a principios de los años veinte.

La crisis política ecuatoriana, desencadenada por la caída de Ayora, obligó a los distintos grupos a tomar definiciones. Los grupos socialistas y comunistas participaron, de una manera u otra, en el quehacer político diario, en tanto que los anarquistas se desligan de él, poniendo su esfuerzo mayor en la organización obrera y en tras luchas populares, como, por ejemplo, la cuestión del Inquilinato (…)

Cabecera de Agitación, 18 de octubre de 1930



[1] El Socialismo, Carta Pastoral, Carlos María de la Torre, 4ta Edición, 1940. La carta en su primera edición fue publicada el 18 de abril de L923, «con ocasión de los trágicos sucesos ocurridos el 15 de Noviembre». En el texto se cita a Capelo y Maldonado Estrada como ejemplo de los «rugidos extranjeros», sacando trozos de artículos del tipógrafo guayaquileño y del contador cuencano.

[2] Leonardo Muñoz, El 15 de Noviembre de 1922 y la fundación del Socialismo relatados por sus protagonistas.

[3] Alejo Capelo cabello, o. c.
Confederación Obrera, 15 de noviembre de L923. También fueron apresados Carlos Capelo, Casimiro Moncayo y Virgilio Aguirre, este último miembro de la COG.

[4] El grupo «Hambre» rotaba a todos sus miembros en las labores editoriales de su periódico El Hambriento, datos en base a los cuales se ha podido reconstruir la nómina de sus más importantes militantes

[5] Tribuna Obrera, primera quincena de abril de 1923.

[6] El Hambriento, 30 de agosto de 1924

[7] Ibid.

[8] Tribuna Obrera, 10 de marzo de 1923.

[9] El Hambriento, 20 de febrero de 1924.

[10] Anarquismo, socialismo y comunismo en la formación del Movimiento Popular, Hernán Ibarra, IDID Ponencia

[11] Grupo Hambre, Hoja Volante, 12 de febrero de 1924.

[12] Ignacio Cuesta Garcés, entrevista con el autor.

[13] Manuel Donoso Armas, entrevista con el autor.

[14] El Hambriento, 30 de agosto de 1924.

[15] Manuel Donoso Armas, entrevista con el autor. EN la antedicha entrevista al igual que con Ignacio Cuesta Garcés, se trataron temas relacionados con la formación originaria del PSE, en donde salieron a relucir los nombres que constan en el texto.

[16] En 1925 fue expulsado N. Diaz, español, por sus actividades revolucionarias relacionadas con los anarquistas ecuatorianos.

[17] La Federación de Grupos es el sistema organizativo por el cual operan los grupos anarquistas en todas partes del mundo, de tal manera que cada grupo y hasta cada persona, tuviese libertad de realizar o no las tareas encomendadas, estableciéndose una organización no autoritaria.

[18] La reconstrucción de las personas pertenecientes al grupo “Luz y Acción” ha sido dificultosa. Para su realización se ha contado con testimonios personales, revisión de los periódicos editados por el grupo y referencias de otras fuentes, por ejemplo, el periódico [de los grupos americanos de la AIT] La Continental Obrera.

[19] Paul Avrich, o.c. En 1928 se fundó la ACAT, Asociación Continental de los Trabajadores [para reunir las secciones y amigos de la AIT en las Américas] con su cartel General en Buenos Aires primero u luego en Montevideo [y mas tarde en Santiago de Chile]. Ver Georges Woodcock, El Anarquismo, p. 251.

[20] La Continental Obrera, año 1, núm. 7.

[21] Ver El Dia, 15 de abril de 1929 hasta 3 de mayo de 1929.

[22] Luz y Acción, marzo de 1929.

[23] La Continental Obrera, julio de 1929.

[24] Ibid.

[25] Luz y Acción, mayo 1929.

[26] La Continental Obrera, año 1, numero 7.

[27] Donoso fue expulsado el 9 de marzo de 1930, a Chile, donde el dictador Ibáñez le recluyo en prisión, motivo por el cual seguimos encontrando referencias al Dr. Donoso algún tiempo después de su expulsión.

[28] La Continental Obrera, marzo de 1930.

[29] El anti-intelectalismo y el antipoblacionalismo ante la Anarquía, publicación del Grupo Agitación. El antipoblacionismo es la negativa a la conformación de sociedades humanas – no se aclara si solo políticas -, por lo que se asume como una forma de rechazo a la vida en comunidad, lo cual no tiene nada que ver con el anarquismo en tanto filosofía socialista.

[30] Paul Avrich, o.c. El anti-intelectualismo de los anarquistas rusos tuvo su origen en cuatro tendencias radicales, según Avrich: el anarquismo, el marxismo, el populismo ruso y el sindicalismo francés. P. 99.

[31] El anti-intelectualismo y el anti-poblacionismo, o.c.

[32] Carta Abierta, Narciso Véliz, 3 de noviembre de 1929.

[33] Ibid.

[34] La Protesta, Buenos Aires, 14 de enero de 1930

[35] Nuestra Palabra Libertaria, Hoja Volante


Un comentario en «Los Anarquistas ecuatorianos en los años 1920 después del 15 de noviembre de 1922»

  1. […] Los Anarquistas ecuatorianos en los años 1920 después del 15 de noviembre de 1922 Armando TriviñoLa IWW en la teoria y en la practica(Santiago de Chile, 1925) […]

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