Mexico, 3 de enero de 1923, la huelga de los Tranvias

El 3 de enero de 1923, en la ciudad de México, el sindicato de la Compañía del Transporte desata una histórica huelga.

Afiliados a la anarcosindicalista CGT, sección en México de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT), los obreros suspendieron en su totalidad el servicio de tranvías. En medio del esquirolaje y formación de una «Unión» que pacta con Obregón, la lucha se recrudece y el 21 de enero la huelga plateada con anterioridad se vuelve más salvaje y con el apoyo masivo de varios sindicatos de alrededor de México y el mismo DF comienza a arder.

Tranviarios a la entrada de talleres durante la huelga

El 1 de febrero el gobierno de Obregón se decide a dar por terminada la huelga y hace circular tranvías conducidos por esquiroles protegidos por militares, y durante una asamblea en las instalaciones de la CGT, que entonces se encontraban en la calle de Uruguay en el centro histórico, se supo que un tranvía desafiaba la huelga avanzando hacia el local de la CGT custodiado por dos militares.

Tranviarios a la entrada del deposito de tranvias
Grupo de personas leyendo un cartel político
Militares custodian durante huelga de tranviarios : Inscripción en la guarda: «Casasola Huelga de Tranviarios 1-B». Durante los dos primeros años del gobierno obregonista hubo un fuerte aumento en el número de huelgas registradas en el país a principios de 1923, la Compañía de Tranvías pretextando, como usualmente lo hacía, sus excesivos gastos y su mala situación económica, decidió la separación paulatina del 10% de su personal, que se indemnizaría con el salario de tres meses, como la empresa generalmente acostumbraba y marcaba la Constitución. El despido de algunos obreros con gran antigüedad en la empresa motivó que el sindicato amenazara con una huelga en los próximos diez días. Así se inicio un paro parcial el 13 de enero, como parte de una táctica de huelga escalonada, pero que se iniciaría en los departamentos de Talleres y de Reparación. Los trabajadores pedían que además de los tres meses de indemnización reglamentaria se pagara a los despedidos. La huelga se generalizó el 21 de enero, paralizándose las actividades en todos los departamentos de la compañía, con la exigencia de que se cumplieran las demandas sobre las indemnizaciones y de que se pagaran los salarios de todos durante los días de huelga. Las demás organizaciones sindicales agrupadas en la CGT se unificaron en torno a los tranviarios y amenazaron con su arma de lucha: la huelga general; los miembros del Sindicato Mexicano de Electricistas estaban dispuestos a intervenir. La Federación de Campesinos de Puebla y Tlaxcala declaraba su solidaridad ante la opinión pública

Al saberse la noticia se levantaron barricadas y se incendiaron las mismas, colocando banderas rojinegras que resguardaban las barricadas.Al llegar el tranvía un militar apuntó a los anarcosindicalistas y uno de ellos le arrebató el fusil y lo golpeó en la cara.

Trabajadores de la L. M. Ericson & Co. en paro solidario por los tranviarios

El esbirro murió, y al ver esto el otro militar y el conductor bajaron para enfrentar a los anarcosindicalistas, pero entre ellos había antiguos militantes de los Batallones Rojos y sacaron sus armas matando en el acto a los otros dos que los enfrentaron.

Pronto llegó la policía y la calle de Uruguay, delante de las oficinas de la CGT, se convirtió en un terreno que se disputaba a tiros entre anarcosindicalistas y policía.

Asamblea de tranviarios en el local sindical de la Confederación General de Trabajadores
(Casasola: Fotógrafo)

Ante la llegada de refuerzos fueron detenidos 150 anarcosindicalistas, se hallaron otros 4 muertos y 15 heridos.

 Tranviarios heridos son atendidos en la Cruz Roja : El 1o de febrero huelguistas de la Confederación General de Trabajadores (CGT) se enfrentan con los agremiados de la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), quienes estaban prestando el servicio. El saldo fue 5 obreros y 4 soldados muertos, numerosos heridos y más de 100 presos. En la década de los veinte se suscitaron un gran número de huelgas de tranviarios.

El local de la CGT fue ocupado militarmente, el sindicato de panaderos, también anarcosindicalista, fue clausurado y ocupado militarmente. También se ocupó militarmente los locales anarcosindicalistas de Indianillas, San Antonio Abad y el Zócalo.

En palabras de algunos historiadores, el DF parecía estar en estado de sitio.

La represión se ensañó con los anarcosindicalistas y en apoyo a la represión ejercida por el gobierno vinieron telegramas de la CROM (que se beneficiaba directamente de la eliminación del enemigo anarcosindicalista), el Partido Fascista Mexicano, la Federación Fascista de Tamaulipas y otros reaccionarios.

La CGT se recuperó por un tiempo pese a la represión, pero comenzó su declive hasta su desaparición final en los años 30.

Para conocer más sobre la historia de la CGT mexicana : https://www.acat-ait.org/2021/06/15/cgt-m/

Arnulfo Gómez en la huelga de los tranviarios

Soldados custodian a choferes de tranvías durante la huelga

Los huelguistas tranviarios se acercaron al ministro de Gobernación, gral. Plutarco Elias Calles, presentándole en un memorándum los puntos relativos a las causas por las cuales no se resolvía su conflicto. El ministro de gobernación en su contestación, expresó los siguientes conceptos: Las aspiraciones populares ya no deben acallarse a cañonazos…. Ningún funcionario público ha tratado de beneficiar a una minoría de obreros en perjuicio de la colectividad… Es obligación ineludible de los gobernantes respetar y garantizar a los ciudadanos el libre ejercicio de sus derechos, como el de huelga… ver: Historia Gráfica de la Revolución Mexicana, Tomo 5, pag. 1577

Asamblea de trabajadores tranviarios

Grupo de militares custodian tranvías de la ciudad de México
Tranviarios encarcelados en Lecumberri
Gumersindo Retana, soldado herido durante una manifestación de tranviarios
Hombres en huelga fuera del edificio de los tranviarios

Para saber más sobre la CGT mexicana : https://www.acat-ait.org/2021/06/15/cgt-m/


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