José Néstor MOURELO Y VILA, un medico anarcosindicalista y internacionalista

MOURELO Y VILA, José Néstor (Santiago, Cuba, 23/11/1902 – Alajuela, Costa Rica, 12/11/1992).

Médico costarricense de origen cubano de orientación anarquista, editor del periódico El Sol (1954-1970).

Nace en el año 1902 en el Municipio de Palma Soriano en la provincia de Santiago de Cuba. Hijo de padres gallegos originarios de la provincia de Lugo.

Cursa estudios primarios en Cuba y su familia lo envía a Galicia a casa de sus tíos para continuar la secundaria en un Colegio de Padres Maristas. Se gradúa de bachiller en tres años e ingresa a la Universidad de Santiago de Compostela para estudiar en la Facultad de Medicina. Permanece como estudiante de medicina entre 1918 y 1922 en un ambiente intelectual y cultural festivo y agitado.

En el año 1923 se traslada a la ciudad de Salamanca para continuar sus estudios en Medicina en dicha universidad. Finalmente se gradúa como médico en el año 1928. Durante este tiempo, establa amistad con los costarricenses residentes en la ciudad de Madrid: Francisco Rodríguez y el Doctor Guzmán. Es muy probable que estos dos personajes lo persuadieran de aventurarse hacia Centroamericana, dándole buenas referencias de Costa Rica como un lugar ideal para ejercer su oficio como médico.

Según información brindada por su hijo, es en este contexto de vida en España donde conoce las ideas anarquistas, que son duramente perseguidas durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera entre 1923 e 1930. En Salamanca se casa con su primera esposa Francisca Cuadrado y viaja hacia Costa Rica, pasando primero por Venezuela y Colombia.

En el año 1930 llega a Puerto Limón en el Caribe de Costa Rica con su esposa y tienen su primera hija llamada Elena Mourelo Cuadrado. A los pocos años de nacida su hija, la pareja se separa. Se casa por segunda vez con la costarricense Balbina Aguilar y nace su hijo José Néstor Mourelo Aguilar en 1939. Su hijo caracteriza la personalidad de su padre como “rectilíneo” y de mucha firmeza en sus decisiones y opiniones.

Encuentra trabajo como médico visitador en varios pueblos de la provincia de Alajuela. Primero se establece en la ciudad de Juan Viñas y luego en San Carlos. Entre 1931 y 1932 establece un sistema público de lectura que finalmente se concretó en la fundación de la Biblioteca Pública de Ciudad Quesada. Las lecturas promovidas por el doctor Mourelo tuvieron algunos detractores iniciales dentro de la Iglesia Católica, sin embargo, con el tiempo la biblioteca se consolidó y actualmente lleva su nombre.

En 1936 trabaja en la unidad sanitaria de la ciudad de Naranjo hasta 1939 año en que se establece en la ciudad de Alajuela. Hasta 1944 es director de la sucursal de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) en Alajuela. Es despedido en el año 1948 en el contexto de la guerra civil que enfrentó la alianza del gobierno socialcristiano y el Partido Comunista, contra el Ejército de Liberación Nacional. Durante el transcurso de la guerra, su casa es requisada por la policía donde se escondía el militante comunista Luis Carballo Corrales. Se le acusaba además de encubrir una supuesta radio clandestina, lo cual fue desmentido luego de la requisa.

Mourelo en la inauguracion de la sucursal de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) en Alajuela, ubicado en la primera fila, junto a las enfermeras y con los brazos hacia atrás. Fuente: Archivo familiar de José Julián Llaguno.

Durante la década de 1930 sigue de cerca el curso de la guerra civil española. Recibe la revista Lealtad publicada por el Grupo Pro Republica Española entre 1937 y 1939. Este grupo reúne una heterogénea composición de españoles y costarricenses de varias tendencias políticas en apoyo a la Republica y los grupos revolucionarios de izquierda. Dentro del grupo participan anarquistas ex miembros de la Agrupación Obrera de Estudios Sociales Hacia La Libertad, representada en el congreso constitutivo de la Asociación Continental Americana de Trabajadores (ACAT) en Buenos Aires en 1929. También participan del grupo, militantes comunistas y escritores como Abelardo Bonilla, María Isabel Carvajal (Carmen Lira), Mario Sancho y Vicente Sáenz.

El grupo Pro Republica mantiene un programa radial llamado “La hora de España”, organiza debates públicos y recolecta dinero y víveres para enviar a los frentes de combate. Por ejemplo, en abril de 1937 el periódico anarquista “Cultura Proletaria” de Nueva York publica una noticia en la que se informa que a través de dinero recolectada por la Federación de Trabajadores de Costa Rica se logró comprar una ambulancia en la ciudad de Gijón para colaborar en la lucha contra el general Francisco Franco.

Luego de la derrota de la Republica Española en 1939, el doctor Mourelo continúa colaborando con la comunidad exiliada española, especialmente con los anarquistas. En su consultorio particular organizaba una vez por semana sus “tertulias ácratas” que eran un espacio informal de conversación y discusión sobre anarquismo y temas de actualidad. Algunos de los que frecuentaban este espacio eran Rafael Ángel Llubere Zúñiga (costarricense de padre catalán), profesor de matemáticas del Liceo de Costa Rica y combatiente en las Brigadas Internacionales en la Batalla del Ebro. Flaminio Rodríguez Fernández, anarquista gallego y miliciano durante la guerra civil y el aragonés Pedro Gil. 

Además de sus amistades con inmigrantes españoles residentes en Costa Rica, mantiene lazos estrechos de colaboración con exiliados de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT-AIT) en distintos países como Argentina, España, México y Francia. El periódico CNT publicado en París recibe en agosto de 1955 el canje de El Sol publicación dirigida por el Doctor Mourelo en la ciudad de Alajuela. En el mismo periódico editado en la ciudad de Toulouse se reproduce en un numero de abril de 1956, un artículo escrito por J. Borraz titulado “El opio de los pueblos” y publicado en El Sol. Otras reproducciones de artículos de Felipe Alaiz y Fontaura tomados de El Sol, son publicadas en Solidaridad Obrera de París, en enero de 1955 y diciembre de 1959 respectivamente.

En México, Mourelo envía contribuciones monetarias al periódico anarquista Tierra y Libertad editado en la ciudad capital en mayo de 1954. Otros residentes en Costa Rica también colaboran con el envío de dinero, como el caso de Carlos Molina en julio de 1960 y Flaminio Rodríguez en mayo de 1971. El mensual anarquista también recibe como canje El Sol de Alajuela y lo incorpora en su columna “a través de nuestro movimiento” en diciembre de 1958, abril de 1959 y agosto de 1960. En la ciudad de México también participa como conferencista invitado a los mítines de la CNT en el exilio el profesor y escritor antifascista costarricense Vicente Sáenz como es reportado en las páginas de Tierra y Libertad de abril de 1952.

Estos intercambios se mantienen hasta la década de 1970, donde se continúa incorporando información proveniente del periódico El Sol dirigido por Mourelo en la columna “noticias a través del mundo”. Por ejemplo, Proudhon Carbó (1904-1996) publica una nota sobre las restricciones impuestas por el gobierno costarricense para el ejercicio de la medicina por profesionales extranjeros en septiembre de 1970; era Carbó un anarquista catalán hijo del secretario de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), Eusebio Carbó, ambos exiliados en México desde 1941. En ese mismo año, Tierra y Libertad informa en un numero de agosto la participación de una delegación costarricense en el congreso anarquista convocado para 1971 en París. Uno de estos delegados, será precisamente el hijo del doctor Mourelo quien en una entrevista confirma haber conocido en dicho evento a la anarquista española Federica Montseny y al anarquista alemán Agustin Souchy.

Esta participación se repitió en el segundo congreso internacional de federaciones anarquistas celebrado en París según reporta el periódico Esfuerzo en marzo de 1972.

Tanto Montseny como Souchy escriben en El Sol. En sus memorias Agustin cuenta sus visitas a Costa Rica entre 1957 y 1958 donde desarrolla varios cursos sobre temas sindicales y cooperativos. En una de estas visitas, se hospeda en la casa de Boris Pisa, anarquista ruso obligado a salir de su tierra luego de la represión contra los marineros de Kronstadt y quien se establece con su esposa francesa en la ciudad de Alajuela. En este lugar administraba una ferretería y era amigo cercano de la familia Mourelo Aguilar, con la que colaboraba monetariamente para sostener El Sol.

Otro periódico del exilio español que mantiene relaciones directas con el Doctor Mourelo es Comunidad Ibérica, en donde se publica un artículo de Ramón Sender tomado de El Sol en su número de los meses de mayo-junio de 1963. Unos años después en noviembre-diciembre de 1969 José Néstor Mourelo Aguilar, hijo del doctor publica un artículo donde discute las posibilidades de conciliar el pensamiento de Marx y Bakunin, a través de un nuevo estilo de socialismo.

En Argentina, El Sol es registrado como canje en la sección administrativa de la revista Reconstruir de Buenos Aires en su número de los meses septiembre-octubre de 1968. De ese país, el doctor Mourelo mantenía comunicación constante con el anarquista gallego Campio Carpio de quien se guarda correspondencia en el archivo de la Federación Libertaria Argentina. En una misiva fechada en julio de 1975, Mourelo explica a Carpio la labor conjunta llevada a cabo por él y su hijo para difundir las ideas anarquistas en Costa Rica, a través de la prensa, distribución de libros y charlas.

Sobre su hijo, menciona el desarrollo de su investigación sobre el pensamiento anarquista de Kropotkin, Proudhon y Bakunin para obtener el grado de licenciado en Derecho. En su tribunal examinador participó Manuel Formoso Herrera, hijo de Manuel Formoso Peña nombre adoptado por el anarquista español Alejandro Ascaso Abadía, ex miembro del grupo Los Solidarios, quien decide dejar el anarquismo y establecerse como periodista en Costa Rica desde finales de la década de 1920.

La labor periodística de Mourelo se combinó de forma astuta con su profesión como médico. Dirigió el periódico El Sol en la ciudad de Alajuela desde 1954 hasta 1970 en dos etapas llegando a 79 números en total. Existen muy pocas colecciones completas de este medio, siendo la más amplia resguardada en el Instituto Internacional de Historia Social (IISG) en la ciudad de Ámsterdam. Algunas colecciones parciales se encuentran en el Museo Juan Santamaría en la ciudad de Alajuela, en la Biblioteca de la Asamblea Legislativa en San José y en la Universidad de Salamanca en España.

En sus primeras épocas El Sol era editado por la Asociación Médica Alajuelense, quien difundía información relacionada a la salud pública y el gremio de la medicina. Se defendía la ampliación de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) y la necesidad de una medicina de acceso popular y vocación social. Sobre este tema, el doctor Mourelo seleccionaba textos de anarquistas vinculados a la salud y la higiene como el francés Émile Armand y el argentino Juan Lazarte para darle una visión más amplia. En diciembre de 1956, publica los resultados del “pleno libertario del Uruguay sobre el problema sanitario”, en el que los anarquistas defienden “una medicina descentralizada al servicio de la colectividad”.

En su Laboratorio Médico ubicado en San José cerca de la Botica Francesa, Mourelo vendía su periódico y libros anarquistas, especialmente la obra del anarquista humanista rumano Eugen Relgis exiliado en el Uruguay después de la Segunda Guerra Mundial. En el periódico La Tribuna anunciaba “atención gratuita” en su consultorio para personas sin recursos entre las 5 y 6 de la tarde.

Esta mezcla particular del periódico El Sol lo hace único en Costa Rica. Con un tiraje en su punto máximo de 3.000 ejemplares, la mayoría eran enviados para el extranjero, principalmente a suscriptores anarquistas y la comunidad exiliada española. Dentro de los más asiduos colaboradores del periódico se encontraban Eugen Relgis, Víctor García, Liberto Callejas, Ramón J. Sender, Ángel Samblacat, José Peirats y Juan Lazarte.

La lectura atenta de El Sol permite visualizar como sirve de unión entre el exilio anarquista español y otras personas afines a la causa antifascista. Por ejemplo, el escritor costarricense Fabian Dobles anunciaba en mayo de 1957, la impresión de 1.000 ejemplares de su libro “el malju y otras historias de Tata mundo” con grabados de Francisco Amighetti cuya venta iría íntegramente al fondo del “Comité de Ayuda a los Refugiados Españoles” establecidos en Nueva York. A través de El Sol también se podían canalizar suscriciones a España Libre, publicación de la Sociedad Confederada de Asociaciones Españolas de Estados Unidos.

Dadas algunas diferencias dentro de la Asociación Médica Alajuelense, esta deja de patrocinar El Sol, el cual es mantenido por el doctor Mourelo y sus colaboradores. La edición se mantiene combinando las ventas, las suscripciones y la publicidad pagada. Dentro de esta última resultan anuncios de pequeños negocios establecidos por viejos militantes anarquistas y sus familiares. Algunos casos son los de Paul Bernand dueño de la colchonería francesa, el ruso Boris Pisa dueño de una Ferretería y el francés Miguel Palomares que administraba una librería con su esposa, Léontine Van Drieu, en la ciudad de Heredia.

Resulta interesante que a través del doctor Mourelo se puede conocer las vidas de varios anarquistas europeos establecidos en Costa Rica, que se asentaron en el país luego de la Segunda Guerra Mundial es búsqueda de tierra y tranquilidad. Gran parte de estos habían sido miembros de la comuna naturista Far Away Farm fundada por Charles Fernand Simoneau conocido como Pedro Pratt y su compañera, conocida como Luisa Pratt, en la región de Mastatal ubicada en Santiago de Puriscal, Costa Rica, en 1923. Por este lugar pasaron muchas parejas de anarquistas de muchos países diferentes, quienes editaron entre 1925 y 1928 la revista Le Semeur dirigida por Miguel Palomares en francés y esperanto.

En el intervalo en que no se editó El Sol, salió a la luz La Opinión sumando cuarenta números en total entre 1967 y 1971. En este medio participó activamente su hijo y varios profesores y escritores costarricenses como Julieta Pinto, Isaac Felipe Azofeifa y Rafael Ángel Llubere. Sus escritos se dirigían especialmente a la juventud y al profesorado de Costa Rica.

En la década de 1980, el doctor Mourelo no continua con su labor editora, sin embargo, su tarea divulgadora es continuada por su hijo y otros jóvenes universitarios. Entre 1980 y 1984, el Grupo Germinal formado por disconformes con los diferentes partidos marxistas establecidos en Costa Rica fundan la revista Acracia” en la que reconocen la labor pionera del doctor cubano en poner a disposición de la sociedad el acervo filosófico y práctico del anarquismo.

En el año 1992 fallece en el Hospital de San Rafael de Alajuela a los 90 años de edad.

Fuente : Llaguno, José Julián (2021), “Mourelo, José Nestor”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en http://diccionario.cedinci.org


Un comentario en «José Néstor MOURELO Y VILA, un medico anarcosindicalista y internacionalista»

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