Manuel Villar Mingo (1904-1972)

Manuel Villar Mingo, eletricista, escritor, periodista anarquista y anarcosindicalista, que usó el seudónimo “Ignotus”.

Obras: https://bit.ly/3kFn5X5#MemoriaAnarquista#Anarquismos14

Había nacido el 24 de diciembre de 1904 en Prodoluengo (Burgos). 📚

Emigra a la Argentina con sus padres a los siete años, al encuentro de sus hermanos. Allí asiste a la escuela primaria y, con posterioridad, realiza estudios técnicos, entrando a trabajar de electricista. Pronto se interesó por la organización obrera, de ahí que contacte con el movimiento anarcosindicalista, mayoritario por entonces en Buenos Aires. Ya desde la juventud era considerado persona serena, con sentido de la responsabilidad, por lo que ejerció cargos sindicales de primer orden y afrontó sin reparo las numerosas persecuciones y encarcelamientos a que fue sometido, lo que le supuso pasar entre rejas casi un tercio de su vida.

Compenetrado con las organizaciones a las que pertenecía –FORA y CNT-, su opinión queda envuelta muchas veces bajo esas siglas o bajo seudónimo, transcendiendo su ánimo conciliador.Amante de la lectura, adquirió una cultura que le permitió moverse con comodidad en el mundo editorial, también importante en esos momentos en la capital del Plata, en el que estaban varios militantes procedentes de España (E. Nido, López Arango, B. Fueyo, A. de Santillán…)

Hacia 1925 se hace cargo de la sección sindical en el diario anarquista local de más prestigio, “La Protesta”, y, en 1929, es elegido para dirigir “La Continental Obrera”, órgano de la recién creada ACAT-AIT, internacional obrera libertaria iberoamericana.

El “crack” de 1929 desestabilizó la zona y Argentina sufrió el golpe de Estado de Uriburu, durante el cual Villar tuvo que exiliarse a Montevideo y a Chile. Vuelve de forma clandestina en 1932, época en que el movimiento obrero era objeto de continuas persecuciones, a las que hizo frente hasta ser apresado y repatriado a España en 1933.

Su nombre, ligado al periodismo y a la brega por la libertad, le lleva a dirigir en 1933, 1934 y 1936 “Solidaridad Obrera”, diario de Barcelona, no exento de recogidas, juicios y cárcel para la redacción, aunque se viviera en la II República. Después de la revolución de octubre asturiana de 1934, viaja a la región para recoger testimonios de primera mano, dando a la luz a dos libros ya clásicos sobre el tema, firmados como “Ignotus”.

En 1937 forma parte del consejo administrativo de DIP (Distribuidora Ibérica de Publicaciones).

En 1936 se une a Benigna Galve, con la que comparte numerosas épocas de privaciones en los siguientes 20 años.

Estallada la guerra en julio de 1936, acompaña a Madrid al Comité Nacional de CNT-AIT y dirige allí el diario CNT. Meses después le sigue en su cambio a Valencia, donde se hace cargo de “Fragua Social”. Finalizada la guerra, la pareja queda atrapada en Levante. Manuel es apresado y llevado al campo de concentración de Albatera; ante la visión de numerosas ejecuciones, sorteó su primera condena a muerte.

Liberado en 1941, se incorpora a la lucha antifranquista y es encarcelado hasta 1946, lugar donde sobrevive a más de un año en celda de castigo en los subterráneos de la Cárcel Modelo de Barcelona.

De nuevo en la calle, se hace cargo del Comité Nacional clandestino de CNT-AIT, lo que le supone una condena de 25 años, de los que cumplió más de 10, hasta penar un total de 18 años de cárcel en esta etapa de su vida.

Por su parte, Benigna también fue hecha prisionera y sufre durante cuatro años la estancia en las cárceles de Valencia, Barcelona, Figueras y Madrid; a la salida práctica la venta callejera de baratijas, lo que sirve de sostén y alivio a su compañero en estos trances.

Meses después de la puesta en libertad de Manuel Villar, en 1959, nace su hijo Diego. Los compañeros, desde Argentina, pudieron rescatar a la familia. Sin variar su pensamiento, Manuel se incorporó al mundo editorial, periodístico y militante bonaerense. Entre otros proyectos, intervino en la revista “Reconstruir” y en la colección “Radar”, dependiente de la misma; además de involucrarse en la elaboración de obras enciclopédicas junto a Santillán, como fue la “Gran Enciclopedia Omeba”.


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